Ciertamente Keukenhof está catalogado como «el jardín más bello del mundo» y es que independientemente de las fotos que les compartimos con las miles más que hay en internet, hay que estar ahí para crearle un corto circuito al sentido de fascinación.

El jardín de los tulipanes solo abre una vez al año.

Antes de planear ir, lo primero que se tiene que saber acerca de este parque es que solamente abre una vez al año durante 8 semanas que van desde mediados de Marzo hasta mediados de Mayo, les recomendamos ir principalmente en Mayo porque es cuando los tulipanes han terminado de florear.

Se encuentra en Lisse, Países bajos.

En la actualidad hay varias formas sencillas y prácticas para desplazarse hasta allá y dedicarle todo un día a caminar por el parque, incluso tomar un bote o hacer el recorrido en bicicleta ya que son 32 hectáreas.

¡No teníamos idea de que era la temporada de tulipanes!

Nosotros no teníamos idea de que coincidía nuestra visita a Europa junto con la temporada de los tulipanes, por lo que ajustamos nuestro itinerario para viajar por los Países Bajos (erróneamente conocido como Holanda), teniendo como puntos de estancia Amsterdam y Rotterdam con la escala en Keukenhof.

Preguntamos a una amiga cómo llegar de Amsterdam a «Los tulipanes.»

Pedimos ayuda a nuestra amiga y host de Couchsurfing que nos orientara con una ruta idónea para salir de Amsterdam, visitar Keukenhof y después llegar a Rotterdam, teniendo en cuenta que nos desplazábamos con nuestro equipaje.

Compramos un boleto para la entrada a «Los Tulipanes» y el transporte.

La solución fue comprar en línea el ticket del tour que incluía el traslado (ida-vuelta) en autobús afuera del Aeropuerto de Amsterdam Schipol hacia Keukenhof y el boleto de tren de un día en Países Bajos ya que requeríamos desplazarnos de la estación central de Amsterdam a la estación del aeropuerto y al regreso tomar el tren rumbo a Rotterdam.

Llegamos al aeropuerto de Amsterdam y tomamos un autobús hacia el jardín de los tulipanes.

Así que por la mañana partimos de la estación central a la estación del aeropuerto Schipol, allá nos encontramos con una amiga mexicana y buscamos la estación de partida a Keukenhof, no es difícil ubicarla ya que hay un tutorial en video en la página del parque además de que los guardias del aeropuerto hablan inglés, de hecho nos hicieron la broma al decirnos que había caído una nevada y los tulipanes estaban destrozados, al ver nuestra cara se partieron de risa el par de guardias que amablemente nos indicaron la ubicación de la parada.

Es menos de una hora de traslado desde Amsterdam

Boleto impreso en mano, hay que tener algo de paciencia ya que hay mucha gente formada, una vez pasado el boleto por escaner uno aborda el bus que tiene espacio arriba de los asientos para colocar el equipaje, el trayecto no pasa de una hora pero es mejor ir sentados que ir de pie en el pasillo.

Llegamos a Keunkenhof…

Respecto al equipaje, en Keukenhof hay un área de lockers que uno puede disponer sin costo, solamente se coloca una moneda que después se retira, hay lockers muy grandes, sin embargo se recomienda ir temprano para encontrar espacio disponible.

¡El parque es inmenso!

Se compone de varias secciones en torno a invernaderos con distintos temas en su interior (en todos hay tiendas de alimentos, bebidas y souvenirs), nosotros optamos por hacer una ruta en contra de las manecillas del reloj y dirigirnos primeramente hacia el Molino de viento para después rodear el resto del parque.

Hay varias atracciones como el molino y el árbol de los deseos.

En el camino uno puede encontrar pequeños módulos temáticos, hay un área de playa con arena y bancas de madera, otra donde las parejas escriben mensajes en papel, mismos que enrollan en torno a un kiosko, el mismo molino con un zanco gigante al frente, un paso de troncos de madera a través de un pequeño lago y un par de áreas dónde tomarse fotos con los «juguetes» que ahí se encuentran.

Es ideal para caminar, apreciar los tulipanes y hacer un picnic.

Keukenhof es un sitio para recorrerse con calma ya que hay una infinidad de tulipanes por apreciar, pese a que hay espacio donde venden comida, nosotros ya íbamos con unos emparedados que preparamos en la mañana y nos sentamos en el pasto sobre una bandera de Couchsurfing y una bandera de México que nos sirvieron para recostarnos y reposar un rato.

También hay un par de tours en bote o renta de bicicletas para ingresar a los campos de tulipanes.

Ir a los tulipanes es de las mejores atracciones del mundo para apreciar jardines florales, puedes ir a tu ritmo y apreciar los tulipanes y orquídeas que hay en Keunkenhof.

Al final de nuestra visita, recogimos nuestro equipaje para abordar el bus de regreso al aeropuerto Schipol y un par de minutos después tomamos un tren con rumbo a Rotterdam.