El día de muertos es una de las celebraciones más representativas que hay en México. No solo por su manera peculiar de celebrar y recordar a quiénes han partido sino por su diversidad dependiendo cada región.
La noche del 1º de Noviembre de cada año Naolinco se llena de figuras de catrinas y catrines entre sus calles.
En lugares como la casa de cultura se hacen grandes ofrendas y esculturas para su exhibición además de que varios establecimientos presentan sus propias creaciones para exponerlas durante estas noches.
En Naolinco, Veracruz se celebra la «Cantada.»
Tradición prehispánica dónde los indígenas entonaban cantos a los muertos y ante el arribo de los españoles se adaptaron los cantos a los santos y a la virgen. La cantada consiste en que toda una familia sale al panteón para visitar las tumbas y comienza a cantar las Alabanzas.
Alguien se encarga de dirigir el canto para que después los acompañantes repitan en coro.
Llegamos al panteón para buscar la tumba de uno de los familiares de la familia Mesa y ahí fue donde Joaquín junto con otra persona comenzaron a entonar los cantos para que después cantáramos la respuesta.
Estuvimos visitando diferentes altares.
En todo hogar al que acudimos sin importar la condición social siempre nos recibieron con una sonrisa y nos compartieron un poco de lo que habían preparado para esa noche.
Las familias abren sus puertas a sus amistades para darles alguna bebida o alimento.
Según la tradición los visitantes que llegan en día de muertos se les considera como las ánimas que visitan la casa por eso se les recibe como un atole o un tamal.
Fue muy enriquecedor conocer las tradiciones del día de muertos en Naolinco.
Ser testigos de la diversidad de altares, su decoración, los platillos, las personas a las que dedican sus ofrendas y rendirles respeto como agradecimiento a través del canto fue uno de los momentos más conmovedores de nuestra visita.
Sientan la curiosidad de acercarse a las familias para que les platiquen de esta tradición.
Definitivamente es algo que hay que experimentar directamente, aunque a veces no se tiene la misma facilidad de contar con un lazo local, les recomendamos que no tengan miedo al tocar la puerta de un hogar para preguntar, dejen que la misma familia les platique y los arrope para ser parte de la tradición.
Año con año se busca mantener esta tradición y pueden estar seguros que las personas en Naolinco estarán contentas de compartir con los visitantes tan distinguida tradición.